" Nuestro amor tiene un corazón que late a su ritmo y su música se apodera de nosotros", dice un poeta de Mogador que sostiene que el corazón de su amada está escondido entre sus piernas y el de él también en las suyas. Pero cada uno "es medio corazón medio muerto hasta que juntos, sólo muy juntos, baten complementarios latidos y resucitan".
"La mano del fuego".
Alberto Ruy Sánchez.
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